"Cuando aparecen entidades extrañas": ¿Simples fantasías?
Introducción.
En
esta temática de los Ovnis, solemos encontrarnos con relatos que nada tienen
que ver con “platillos voladores”, “entidades” parecidas a la humana o los
denominados “seres grises”. Son situaciones que, a decir por sus protagonistas,
los han dejado con interrogantes sobre la realidad que vivimos, si es que
fueran ciertos, obviamente. Testimonios que suelen generar burlas las cuales
van produciendo una exposición menor por parte de los testigos, es de esta
manera que no se conversan en publico, solo sus más cercanos conocen de ellos. Podemos
echar mano sobre la “llorona”, “duendes” y un cuanto hay de seres mitológicos
que se insertan en leyendas urbanas las cuales se transmiten por generaciones. También
podemos escudriñar en las tradiciones del folklore de cada pueblo para
conocerlas, quizás muchas de ellas tienen un asidero en lo explicable y que
gracias al paso del tiempo, van creando malos entendidos. Es aquí donde cada
uno de nosotros va “amoldando” el relato, no olvidemos asimismo la simplificación
del mensaje de quien lo recibe, ya sea por comodidad o la ansiedad por desear
saber más de lo ocurrido.
En
esta nota – si es que algunos de ustedes me lo permite-, haré referencia a mi
experiencia como recopilador de relatos, es bien sabido por todos que estos
mismos no son pruebas contundentes que sean materia para un análisis netamente científico, por ende solo quedan en el
anecdotario. Tampoco se trata de no tomarlos en cuenta, que no se mal entienda,
sino que de una u otra manera sirven y quizás encontremos en estos una
explicación o bien no, aquí es donde entra el misterio, léase con música de la película
“Señales” de fondo. Pero antes de continuar me gustaría dejar una pregunta: ¿Qué
diferencia existe entre un relato Ovni y uno de los que siguen a continuación? quizás
usted- querido amigo(a) lector (a)-, me diga que existen varias, entre ellas
que de por medio hay un estimulo visual en el cual se puede analizar con los
datos obtenidos. Si, porque no, pero hay otra salvedad, esta es que algunos de
los testimonios que se escapan a la “lógica” ovni- por llamarla de cierta
manera-, tienen por base a una cierta cantidad de animales que, a decir por las
características entregadas por los presuntos testigos, se escapan a los
catalogados por la ciencia. ¿Acaso el fenómeno de los Ovnis no es lo mismo en
su "concepción"? Todo puede ser, porque no.
Charles Fort.
Por
casi todos conocida fue la labor de recopilación que hiciera Charles Fort (1874
- 1932), ciudadano norteamericano que tenía a su haber varias historias y
objetos cuyo origen eran desconocidos. En sus datos se encuentran: meteoritos,
ruedas luminosas en el mar y bolas de fuego, entre otros. Colección que no dejo
indiferente a nadie, incluso se creo el término “Forteano” para catalogar
aquellos hechos extraordinarios y cuyo depositario fue su libro “Los Condenados”,
publicado en el año de 1919. Además de hacer una exposición de casos de
presuntos Ovnis, por allá a principios del año de 1880, interesante de poder
señalar.
Por ejemplo en el capitulo 26 del libro mencionado anteriormente, dice: "El 19 de septiembre de 1848, Inverness, Escocia, dos brillantes luces alargadas que parecían estrellas han sido vistas en el cielo: a veces estacionarias, pero ocasionalmente a altas velocidades", curioso reporte, por decir lo menos. Por si usted se interesa en leer el libro "Los Condenados", lo puede hacer aquí: https://archive.org/details/bookofdamnedbych00fortrich/page/n1
Por ejemplo en el capitulo 26 del libro mencionado anteriormente, dice: "El 19 de septiembre de 1848, Inverness, Escocia, dos brillantes luces alargadas que parecían estrellas han sido vistas en el cielo: a veces estacionarias, pero ocasionalmente a altas velocidades", curioso reporte, por decir lo menos. Por si usted se interesa en leer el libro "Los Condenados", lo puede hacer aquí: https://archive.org/details/bookofdamnedbych00fortrich/page/n1
Charles Hoy Fort.
Algo de leyendas sureñas.
Chile es una larga y angosta
faja de tierra que tiene a su haber varias leyendas, cada zona cuenta con alguna de ellas sobre todo nuestra zona sur, específicamente en Chiloé y su mitología. Siempre recuerdo la historia que nos contaba nuestra abuelita de cuando llegábamos del colegio, un supuesto hecho que habría ocurrido por allá en la década del sesenta en la Isla Mocha, lugar ubicado en frente del Golfo de Arauco, región del Bío Bío.
Ella decía: "Una vez, un hombre a caballo tenía que cruzar la isla, el tiempo era de un gran temporal en donde el viento norte era amo y señor durante la noche. Así y todo este hombre puso su montura, se armo de valor y se introdujo en la espesura del bosque. Instalo su farol para comenzar el viaje, su cabalgar era lento por la geografía del lugar, subía y bajaba por terrenos resbaladizos producto de la lluvia.
Hombres acostumbrados a cabalgar en la noche, por lo cual no era impedimento las inclemencias del mal tiempo. Aparte conocían de memoria las *"huellas" por eso se les hacía fácil el trayecto. Como a las 5 de la mañana, ya casi al llegar a su destino, el caballo comienza a retroceder, algo le asustaba.
Fue en esos instantes que, entre la maleza, observa unas figuras humanas semi resplandecientes que se le acercaban. Una vez cerca, pudo ver que eran de traje blanco, pelo rubio y un aspecto angelical, él les llamó los "bonitos" que - sin articular palabra-, lo miraron y desaparecieron por donde llegaron para no verse más". A esa edad, 10 años, estábamos fascinados escuchando, a cada tanto le pedíamos que nos contara esa historia, nosotros felices de poder oír nuevamente esa y otras leyendas.
No me cabe duda que Charles Fort estaría regocijado con el siguiente reporte que provino desde el norte, específicamente desde la ciudad de Arica, en donde según unos testigos, vieron raros seres paseándose en plena carretera. La información más detallada es la que proviene desde el diario La Estrella de Arica con fecha del 1 de agosto del año de 2004 y en la cual se detalla lo siguiente, cito textual:
Ella decía: "Una vez, un hombre a caballo tenía que cruzar la isla, el tiempo era de un gran temporal en donde el viento norte era amo y señor durante la noche. Así y todo este hombre puso su montura, se armo de valor y se introdujo en la espesura del bosque. Instalo su farol para comenzar el viaje, su cabalgar era lento por la geografía del lugar, subía y bajaba por terrenos resbaladizos producto de la lluvia.
Hombres acostumbrados a cabalgar en la noche, por lo cual no era impedimento las inclemencias del mal tiempo. Aparte conocían de memoria las *"huellas" por eso se les hacía fácil el trayecto. Como a las 5 de la mañana, ya casi al llegar a su destino, el caballo comienza a retroceder, algo le asustaba.
Fue en esos instantes que, entre la maleza, observa unas figuras humanas semi resplandecientes que se le acercaban. Una vez cerca, pudo ver que eran de traje blanco, pelo rubio y un aspecto angelical, él les llamó los "bonitos" que - sin articular palabra-, lo miraron y desaparecieron por donde llegaron para no verse más". A esa edad, 10 años, estábamos fascinados escuchando, a cada tanto le pedíamos que nos contara esa historia, nosotros felices de poder oír nuevamente esa y otras leyendas.
Isla Mocha (Reserva Nacional).
"Seres en el desierto".
No me cabe duda que Charles Fort estaría regocijado con el siguiente reporte que provino desde el norte, específicamente desde la ciudad de Arica, en donde según unos testigos, vieron raros seres paseándose en plena carretera. La información más detallada es la que proviene desde el diario La Estrella de Arica con fecha del 1 de agosto del año de 2004 y en la cual se detalla lo siguiente, cito textual:
“Habían salido a las 6 de la tarde de Iquique. Faltaba
poco para llegar a Arica. Todos venían conversando normalmente cuando algo raro
se cruzó delante del vehículo. "Mis acompañantes dijeron 'mira la tremenda
bestia' y yo atiné a frenar. Después de algunos minutos pasó el segundo y este
fue más sorprendente porque era igual que un dinosaurio, de dos patas y de unos
muslos que se le notaban bastante", dijo Riquelme.
Según la descripción del chofer, las figuras eran de
color gris y no tenían pelo, además, al segundo, que cruzó un par de minutos
después, alcanzaron a verlo completamente tanto él como Hernán Cuevas y su hija
Tania de doce años. La altura que todos le calcularon a la criatura fue cercana
a los dos metros, gracias a que la distancia con el vehículo, al momento del
cruce, no fue superior a los cuatro metros. En el caso del segundo
"animal", dijeron que era más pequeño, pero que se pudo observar más
nítidamente porque la noche estaba clara y había luna. De ambos, sin embargo,
lo que más les llamó la atención fue la velocidad con que atravesaron la
carretera y las zancadas que daban.
NERVIOS
El viaje desde Iquique, adonde Riquelme y Cuevas
habían ido a comprar un vehículo, hasta ese momento se había sido normal, pero
el extraño hecho provocó el nerviosismo de la señora e hija de Cuevas. "Lo
bueno, es que cuando comenzaron a gritar, yo y mi compañero no perdimos el
control y nos mantuvimos serenos. Luego nos detuvimos a fumar un cigarrillo y
también a caminar y de ahí bajé tranquilamente hacia Arica, pero todavía estoy
nervioso", dijo el chofer, quien llegó a "La Estrella"
inmediatamente después de arribar a la ciudad.
El testimonio de Riquelme coincide con el de Hernán
Cuevas, quien es oficial de reclutamiento del Ejército en nuestra ciudad.
"Cuando se cruzó por primera vez yo le pregunté a Darío si lo había visto
y él me dijo que sí, entonces empezamos a hacer el comentario de qué había sido
y al poco rato pasó otro, más bajito, pero muy parecido a un dinosaurio o a un
lagarto de pie corriendo. Mi hija lo vio también e inclusive pegó un
grito", dijo Cuevas
CHUPACABRAS
Su hija de 12 años, Tania, afirmó que las criaturas
eran muy parecidas a un dinosaurio y con manos cortas. En tanto, su señora casi
no se dio cuenta porque en ese momento estaba pendiente del hijo más pequeño
del matrimonio, quien venía durmiendo.
Ni Riquelme ni Cuevas habían vivido antes una
situación similar o con este carácter y ni siquiera se atreven a compararlo con
descripciones de otros seres como el supuesto Chupacabras que ataca y desangra
animales en el campo, pero lo que vieron la noche del jueves, todavía para
ellos no tiene explicación.
EN EL SAG
Tampoco la tiene para el Servicio Agrícola y Ganadero
(SAG), que a través de su director Oscar Concha y de acuerdo a la descripción
del hecho, no sabe qué animal de esas características podría habitar esa zona.
Concha, dijo que es la primera vez que escucha un caso
similar, sobre todo en el sector de Pampa Acha, por donde él ha recorrido en
más de una oportunidad y nunca ha visto animales. "Pudieran haber perros u
otro animal, pero no sé y tampoco se me ocurre, además las avestruces andan en
el altiplano", dijo. Tampoco sabe de alguna leyenda del lugar, pero no
descarta también que pudiera tratarse de un fenómeno óptico, producido por el
viento y la arena”.
Fernando Perea.
Periodista.
Por esos años este reporte también formó parte de los informativos centrales del canal Mega.
Testimonios recabados en Valparaíso, Chile.
Fue
para los principios de la década del 80, en uno de los tantos cerros de Valparaíso
que forman un gran escenario que da hacia el puerto creando una bella postal. Durante
esos años eran pocas las calles que contaban con alumbrado público, sobre todo
en las poblaciones que estaban en lo alto, en donde había uno que otro poste en alguna
esquina. Algunas de las casas eran de madera cuyo lugar era en quebradas, tal
cual como están algunas ahora, no tenían alcantarillado y menos suministro eléctrico.
El gran problema era el invierno, sobre todo cuando había que hacer las
necesidades fisiológicas, ya que había que salir al fondo del patio, fue
durante esos diarios trayectos nocturnos que sucedió, a decir por algunos
miembros de una familia, lo impensado.
Uno
de ellos salía de la “casita”, término rural para catalogar el baño el cual también
es denominado “pozo negro”, cuando observó una silueta que se hacia notoria por la luz
ambiente de la tarde noche la cual estaba sobre el techo de la pequeña casa. En esos
instantes le invadió el miedo, ya que esa figura le recordaba a una pequeña
persona con hombros encogidos que lo miraba, sin el más mínimo ademán ante el
movimiento de brazos que hacia el testigo para espantarla. Como era presa del
terror, salió corriendo por un pequeño pasadizo que existe entre una y otra
casa, es ahí que al llegar le grita a los demás para que salieran a ver que lo
que estaba sobre el techo.
Algunos
salieron a ver encontrándose que dicho ser saltaba por los aires pasando por
sobre ellos, me relataba una de las personas de la familia, es ahí que cae en
frente de ellos y posándose entre los arbustos. Uno de los miembros de esta
familia porteña, me decía: “era como una persona con los hombros encogidos que caminaba hacia los lados,
como si cojeara. Fue así que camino rápido y se perdió entre los matorrales de
la quebrada, perdiéndose para no saber más de aquello”. Destacar que la gran
mayoría de quebradas de aquel sector, dan hacia los acantilados en donde la
oscuridad es absoluta. ¿Confusión, un burdo montaje o simplemente broma? quizás
el tiempo sea el verdugo de nuestras interrogantes o en el mejor de los casos
saber con mayor detalle que realmente ocurrió en aquella noche.
Un ser con alas.
El
otro reporte tiene por fuente a unos amigos, cuya afición era el acampar en un
lugar al interior de la región de Valparaíso. Un hecho que- a decir por uno de
los testigos-, guarda detalles extraños y que no se condicen con algún ser
conocido. La noche era muy agradable, típico de los veranos costeros, en donde
muy avanzada la madrugada se escuchan ruidos afuera de la carpa. Obviamente no
le tomaron mayor importancia, así que algunos de ellos decidieron seguir
durmiendo. Nada del otro mundo, por el momento. Pero aquellos sonidos seguían,
llamando rápidamente la atención, es por ello que decidieron salir a mirar.
Armados de
valor, se juntaron cerca de la carpa observando hacia el lugar desde donde
venia aquel bullicio: “era como si alguien saltara de rama en rama, eso estaba,
según el ruido, por las copas de los árboles…”. “El ruido”, decía, “se venia
acercando pero luego se alejaba. Hasta que en un momento determinado, el ruido
no se oyó más y aquí vino lo extraño de todo”, decía muy calmado. “Pasaron unos
segundos y algo se posó en frente de nosotros, rápidamente alumbramos con la
linterna hacia ese sector. Lo que vimos fue algo que nunca imaginamos, era un
ser pequeño, parecido a un “mono” pero con alas. Esto voló perdiéndose entre
los árboles, nunca después vimos algo igual”, mencionó.
Este
relato fue parte de un penúltimo "conversatorio ufológico" del verano del 2019 que
realizamos en la ciudad de Valparaíso, el ambiente era propicio para hablar de
diversos hechos acaecidos, tanto en nuestra región como en nuestro país, Chile,
ya que fue a la luz de una vela en el subterráneo
del Bar “La Playa”. Debo acotar que
nuestros amigos, los que nos entregaron su testimonio, estuvieron por largo
rato solo de oyentes, al final de la jornada decidieron hablar de lo que les
pasó.
A modo de reflexión.
Lo
vertido en esta nota puede servir o no, lo cierto es que los relatos ya son
parte intrínseca en estos temas tan variados. Dependerá de cada uno de nosotros
el valor que le entreguemos, pero no dejan de ser entretenidos el conocerlos. A
modo de finalizar este apartado, no puedo dejar de señalar que la ciencia ha
descubierto nuevas especies, labor que sin duda no creo que termine ya que
continuamente se están dando importantes pasos en estos hallazgos. Con esto último
tampoco quiero emplazar a que se genere un menoscabo en el sentido de análisis exhaustivo
que se precisan en los testimonios, sino que estemos atentos a lo que nos pueda
estar rodeando sin darnos cuenta siquiera. Vivimos en un mundo que
continuamente esta cambiando, por lo tanto no debemos negar a priori de lo que
pueda estar “allá afuera”. Asimismo, no podemos dejar de lado el componente
fantasioso que abunda hoy en día, esto mismo producto en parte de todo el
mercado existente en cuanto a la ciencia ficción.
Ahora, a estas horas de la noche, debo terminar este artículo
porque siento ruidos en el patio, no saldré, solo mirare por la ventana…
Marcelo Moya.S
Fuentes:
Noticia diario La Estrella de Arica: http://www.estrellaarica.cl/site/edic/20040801052446/pags/20040801055144.html
Mitología de Chiloé: http://chiloemitologico.cl/los-mitos-de-chiloe/origen-del-archipielago-de-chiloe
* Pequeños caminos hechos por quienes transitan continuamente por esos lugares.
Dibujos: Internet.
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